jueves, 6 de diciembre de 2012

Reseña

El bullying es un acto de conducta agresiva que se repite con el fin de hacer daño deliberadamente a otra persona, ocasionando problemas físicos y psicológicos.

Las consecuencias tanto a nivel físico y psicológica entre el agresor y la víctima son casi iguales: el agresor, al tener éxito con conductas intimidatorias frente a los compañeros, puede elevar las probabilidades hacia una conducta delictiva en un futuro, al ver en este comportamiento una  nueva forma para conseguir sus objetivos.


En el caso de la víctima, este sufre acoso escolar, puede acabar en fracaso escolar, ansiedad anticipatoria o fobia al colegio, con lo que configura una personalidad insegura para el desarrollo óptimo de la persona, a nivel personal y social. Y la peor consecuencia de todas, el suicidio, como única vía para escapar de la situación.


Para evitar las consecuencias, la intervención debe ser siempre conjunta entre padres, que es la principal fuente de amor y educación de los niños, a partir de ella el niño aprende a socializarse basado en los valores, normas y comportamientos enseñados en casa; tenemos que evitar que en nuestro hogar se convierta en un escenario hostil o por el contrario demasiado permisivo; entre los profesores, la disciplina que existe en el salón se deben mantener y la escuela en general es fundamental para la construcción de una buena conducta y establecer claramente las reglas de la escuela y las acciones que se tomarán en conductas de agresión; entre profesionales de la psicología para poder abordar el caso desde diferentes perspectivas y el resultado sea el óptimo.


El bullying no tiene límites, sino lo paramos a tiempo puede expandirse más y más, y cada vez va a ser más difícil eliminarlo. Con ayuda de profesionales y los familiares se puede eliminar.

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